Tres nuevas voces de la literatura nacional: Felipe Restrepo Pombo, escritor de Formas de evasión; Juan José Fierro, escritor de Saber y ganar; y María Ospina, escritora de Azares del cuerpo. Ellos hablaron en la FILBo sobre sus libros, lo que los inspiro y, finalmente, qué características tienen en común sus escritos.
La situación del país como telón de fondo
La conversación empezó preguntando por lo orígenes y por la necesidad de contar la violencia del país. En esto, los tres escritores llegaron a una conclusión: no es una obligación del escritor, pero es inevitable no hablar de ella.
Por un lado, Fierro habló desde sus orígenes como periodista, se formó escribiendo las historias dolorosas del país, dentro de su literatura la mención a la violencia no es obligatoria ni explicita, funciona más como un telón de fondo que es inevitable no tocar. Por el otro lado, Ospina, quien es historiadora, le otorgó una función importante a la literatura para contar aquello que a la academia le es difícil tocar. Finalmente, Fierro dijo que no es necesario que toda la literatura hable sobre violencia, pero que con una sola frase que aparezca y que lleve al lector a ubicarse puede hablar sobre la violencia del país.
Recordar es un ejercicio fallido y escribirlo aún más
La memoria se sitúa como uno de los temas más importantes dentro de los tres escritores. Fierro con los recuerdos de una anciana, Ospina con los cuentos sobre mujeres que son y hacen memoria y Restrepo con la historia de un hombre que quiere desaparecer y para esto lucha contra el recuerdo. En esto, los tres autores coincidieron al decir que recordar es subjetivo y por eso es muy difícil, pero, escribir sobre la memoria y sobre recordar es una labor aún más compleja.
