12 EL LIBRO Y LA LECTURA EN COLOMBIA | CÁMARA COLOMBIANA DEL LIBRO
Introducción
Hace poco más de un par de décadas, era un lugar común hablar de Colombia como
una “potencia editorial”. Un sector educativo en pleno proceso de expansión, una
oferta creciente de producción editorial nacional y fuertes inversiones nacionales
y extranjeras en las industrias editorial y gráfica, en un contexto normativo que
hacía propicia la inversión en el sector, generaron que la marca “editado e impreso
en Colombia” se consolidara.
Ese halagador panorama ha cambiado sustancialmente. La irrupción de las nuevas
tecnologías de información y comunicación en el mundo del libro y de la lectura, los
procesos de concentración en el mercado editorial global, la emergencia de nuevos
competidores en el mundo editorial y gráfico, la reciente crisis económica global,
y decisiones de política educativa, cambiaron radicalmente la estructura del sector
editorial colombiano.
En 2016, la Cámara Colombiana del Libro decidió emprender un análisis de la coyuntura
del sector, con el propósito de entender las grandes transformaciones que ha sufrido
el sector del libro en Colombia durante los últimos años. Con ese propósito, solicitamos
al Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, CERLALC
UNESCO, que nos acompañara en la tarea de estudiar la información disponible,
tanto de las fuentes primarias utilizadas por la CCL, como la información disponible en
fuentes secundarias que permitieran contextualizar la situación del sector.
Los resultados del estudio dan cuenta clara de la situación actual. La desaceleración
del sector es evidente, tal como ha ocurrido y viene ocurriendo en otros países de la
región iberoamericana. Pese al crecimiento inusitado de la oferta editorial (medido
en número de títulos disponibles en el mercado, la oferta se triplicó entre 2000 y
2016), las cifras de crecimiento de la industria editorial colombiana dejan mucho
que desear en términos del enorme potencial que tiene, tanto en el mercado nacional
como en el internacional (las ventas del sector vienen creciendo escasamente
al ritmo de la inflación y las tiradas promedio se han reducido sensiblemente). De
otra parte, la debilidad del tejido librero sigue siendo una de las fallas estructurales
del sector, que actúa perversamente contra las posibilidades de acceso al libro. La
presencia en el mercado internacional, característica de las décadas anteriores, se
ha visto menguada (las exportaciones de libros, como producto editorial y producto
gráfico, pasaron de 178 a 37 millones de dólares entre 2000 y 2016).
En ese difícil contexto, es menester anotar que a la par del crecimiento en la oferta
editorial, en Colombia florecen hoy la edición universitaria e independiente (tal como
viene ocurriendo en otros países de la región), así como la autoedición. De igual
manera, el sector empieza a transformar su estructura para atender los desafíos que
plantea la revolución tecnológica. Es indudable que el enfrentar las nuevas formas de