50 EL LIBRO Y LA LECTURA EN COLOMBIA | CÁMARA COLOMBIANA DEL LIBRO
años del nuevo siglo fueron auspiciosos para los grandes ejes globales del derecho
a la educación. Crecieron los recursos educativos estatales de manera notable.
Se diversificaron los derechos con reconocimiento de la diversidad social
y cultural de la región. Emergieron sujetos sociales antes invisibles y se transformaron
en nuevos protagonistas educativos. Accedieron al jardín de infantes
unos 3,5 millones de alumnos nuevos; a la escuela secundaria, 1,3 millones, y a
la educación superior, 8,7 millones” (p. 55). Destaca las reformas curriculares
emprendidas en la última década y entre estas señala el caso colombiano como
particular, ya que es “el país de la región donde se brinda la mayor autonomía
curricular a los establecimientos educativos. No hay norma curricular como tal,
sino que la regulación de contenidos a enseñar toma la forma de competencias y
estándares de aprendizaje, que a su vez determinan la evaluación estandarizada
de las pruebas Saber” (p. 78).
En el documento se destaca la importancia del texto escolar como complemento
necesario de las reformas curriculares y realza las grandes inversiones hechas
en este campo por los gobiernos de México, Brasil y Chile. Señala, por ejemplo,
que las dotaciones de textos por parte del gobierno mexicano rondan los 180
millones de ejemplares al año y que el gobierno brasileño entregó más de mil
millones de ejemplares de textos a sus estudiantes, entre 2005 y 2013. Rivas
destaca que “queda el caso excepcional de Colombia. Como reflejo de su política
curricular, Colombia tuvo una política explícita de rechazo al libro de texto desde
1994 hasta 2010… El cambio de rumbo llegó en 2010. Las nuevas autoridades
lanzaron el programa “Todos a aprender”, apoyado en la creación de libros de
texto propios, con la compra a través de licitación de los contenidos a especialistas
y editoriales” (p. 87).
2.6 Compras públicas de libros
Las compras públicas constituyen uno de los principales segmentos del mercado
para el sector editorial. En estas se incluyen las compras de los organismos públicos
(nacionales, regionales y locales) para dotación de textos escolares para
alumnos, las dotaciones para las bibliotecas públicas y escolares y las compras de
otros materiales editoriales. No es fácil tener datos precisos de este segmento del
mercado en Colombia. La CCL recopila periódicamente la información procedente
de las operaciones efectuadas por el sector público a través de licitaciones públicas
o de compras directas.
En décadas anteriores, el rubro principal de compras públicas se encontraba en las
compras de textos escolares por parte del Ministerio de Educación y las secretarías
de Educación. Estas se frenaron radicalmente durante la década pasada y solo a
partir de 2010 se inicia un proceso de reformas educativas, en el que el texto escolar
recobra su importancia dentro de la dotación educativa. En los tres últimos años,
las compras del Estado se han dinamizado. Según la información de la Cámara