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yy Es necesario hablar del contexto en el que el sector desarrolla su actividad.
Buena parte de las debilidades del sector en Colombia están relacionadas con la
falta de herramientas de conocimiento del mercado, sus segmentaciones y potencialidades.
Las cifras de desempeño económico del sector han sido positivas
en los últimos años, si bien no en los niveles de la década pasada. Igualmente,
hay un amplio potencial de desarrollo en el sector educativo y en la estructura
demográfica del país y de la región. Estos son elementos en los que la industria
tiene que profundizar para diseñar estrategias adecuadas de producción y comercialización
de la oferta de contenidos editoriales.
yy Es innegable la correlación directa entre los niveles de ingreso disponible y
los niveles de educación alcanzados, con el consumo aparente de materiales
editoriales. Las encuestas de lectura en el Colombia muestran indicadores
muy bajos, incluso comparados con países de similar desarrollo socioeconómico.
Una mirada con mayor detenimiento a las encuestas periódicas de
consumo cultural permitirá trascender el excesivo énfasis que se ha otorgado
al indicador del promedio de libros leídos por habitante al año. La imagen fija
de los 2 libros leídos en promedio por el total de la población y los 4,3 leídos
por los lectores de libros impide ver los fenómenos que se encuentran detrás
de estos (nuevas formas de lectura, por ejemplo) o los impactos de las políticas
públicas de promoción de la lectura y las bibliotecas, cuyos resultados
no pueden esperarse a corto plazo. En las encuestas se puede apreciar que
cada vez más personas, en todos los grupos de edad, se suman a la población
lectora. El reto de la industria editorial pasa, en primera instancia, por hacer
una lectura creativa de las encuestas periódicas del sector.
yy Es menester referirse al marco legal existente en Colombia para el fomento del
sector editorial. La ley del libro, que ya se acerca a los 60 años de expedición,
ha sido un instrumento de utilidad para la industria editorial y ha servido de
ejemplo para la formulación de normativas similares en varios países. En momentos
de crisis coyuntural, los estímulos contemplados en la ley son de gran
utilidad para el sector, pero a mediano y largo plazo hay que que implementar
un instrumento legal de promoción del libro, la lectura y las bibliotecas, que
trascienda las medidas de fomento industrial y explore los campos prioritarios
para hacer de Colombia un país de lectores, con sus consecuentes impactos en
el desarrollo social y económico.