Gastronomía, danzas típicas y presentaciones artísticas
de música contemporánea del vecino país animan una
Feria que arranca en la Plaza de Bolívar y se toma cines y
bibliotecas de Bogotá.
Cámara
Colombiana
del Libro
Perú moderno», de José Matos Mar; el archivo fotográfico «Tafos»,
de Daniel Pajuelo; «Afroperú»; «Yuyanapaq: para recordar»; «Mírame,
Lima»; «Antonio Cisneros: el poeta que amaba la vida»; «Saberes
de pupuña: el chontaduro en la Amazonia»; la presentación del
Elenco Nacional de Folclor del Perú, de la Orquesta Sinfónica Nacional
del Perú, de Pauchi Sasaki y su cuarteto, Bareto y Nova Lima;
la llegada de artesanías tradicionales y de los retablos emblemáticos
de Perú, y la presentación de obras de teatro como Criadero,
Rosa cuchillo, Confesiones o Yo Río, complementaron una de las ferias
más divulgadas, comentadas y visitadas.
De hecho, aunque no se alcanzó a despedir a García Márquez
como se habría querido, la exposición «Gabo feliz y cachaco»
alcanzó a recrear su paso por la capital colombiana, gracias al apoyo
de la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte de
Bogotá. También hubo talleres para niños sobre el escritor magdalenense
en el Pabellón Infantil Rafael Pombo, donde el tema principal
fue «El viaje», en tanto que en el Pabellón Juvenil Colsubsidio
el tema fue «Mochileando por Perú: explora el camino del inca»,
para lo cual se adecuó una estructura similar a una chakana, como
mapa espiritual del imperio inca. Este pabellón recibió a 46.805
estudiantes y tuvo un total de 206.475 visitantes. Pero además del
éxito de esta edición, en la que Perú sonó con una contundencia
nunca antes vista, quedaba pendiente hacerle un homenaje mayor
a nuestro Nobel, tras su fallecimiento. El año siguiente se presentaría
esa oportunidad de oro.
f i l b o 130
La comitiva sobrepasa además en
número a la de cualquier otro país
anterior, y trasciende los escenarios
de Corferias. Acá, en su inauguración
de Retablos en la Plaza de
Bolívar.