Ahora la identificación de los salones destinados a las
diferentes actividades académicas de la feria es más
atractiva y visible.
Cámara
Colombiana
del Libro
Era un momento de cambio en Colombia y el mundo. La Asamblea
Constituyente redactaba la nueva Constitución del país y se
desmoronaba la Unión Soviética, mientras la llamada Cortina de
Hierro se abría a la independencia y a
los cambios. Venezuela había decidido
participar en la Filbo con la presencia
de su presidente y con una delegación
de veintinueve escritores venezolanos
de la talla de Salvador Garmendia,
Vicente Gerbasi, y Luis Pastori, fuera
de una exposición de diseño gráfico,
iconografía de Teresa de la Parra, una
exposición fotográfica de Vasco Szinetar
y caricaturas de Pedro León Zapata,
junto con actores, directores de
cine, periodistas, pintores y músicos.
Un pabellón entero se habilitó para
recibir la exhibición del país vecino,
lo que abrió un precedente que no se
abandonaría de ahí en adelante.
Por si fuera poco, el tema central de
la Feria fue «La mujer y la literatura»,
ligado a la petición de más equidad
para la mujer en los puntos que se discutían
en la Asamblea Constituyente.
En este caso, el tema se centraba especialmente
en la importancia capital de
las narradoras y las poetas en la construcción
de una literatura universal, al
igual que en la mujer como personaje
literario en la obra de autores nacionales
de la talla de José Asunción Silva,
Germán Espinosa o Gabriel García
Márquez. Las mujeres en la prensa, en la cultura o en la academia
se convirtieron en materia de debate. La consigna que se manejó
fue poderosa: «Somos creadoras, no sólo fuente de inspiración».
El Encuentro Internacional de Escritores lo inauguró el recién
elegido presidente de Colombia, César Gaviria, en compañía de su
homólogo venezolano, Carlos Andrés Pérez. En la nómina de invitados
estuvieron la mexicana Elena Poniatowska, la nicaragüense
Milagros Palma, el salvadoreño José Roberto Cea, el mexicano
Adolfo Castañón, la brasileña Lygia Bojunga, la costarricense Alicia
Miranda y la francesa Jacqueline Baldran, con una clara presencia
de mujeres en esta ocasión.
El cine convocó, aparte de cintas nacionales, a seis películas vene-
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