Los principales medios de comunicación del país registraron
del Libro de Bogotá, como en esta nota del periódico El
Tiempo. El amplio cubrimiento del evento ha sido una
constante desde entonces.
Cámara
Colombiana
del Libro
y los convenció de formar parte de su proyecto para estimular a
los menores a habituarse a los libros. Serán los lectores del mañana
si comenzamos hoy, dijo entonces. Poco más adelante vincularía a
las cajas de compensación para que apoyaran el Pabellón Juvenil,
así como también a las universidades para que crearan sus propios
fondos editoriales y participaran con sus investigaciones.
Todo era sembrar para el futuro. Durante dos años, el equipo de
la primera Feria del Libro planeó cada detalle: desde las Jornadas
Profesionales para impulsar la industria editorial colombiana, pasando
por el tema central de la Feria, la creación de concursos literarios,
la premiación de los mejores comentaristas de libros o de las
mejores carátulas, la presencia de caricaturistas, el costo mínimo
de la boleta para atraer al mayor número de visitantes posible, los
homenajes, los ciclos de cine, así como la importancia de vincular a
las regiones con el fin de fomentar una literatura nacional.
Faltaba mucho por hacer, pero si se arrancaba de una vez, tal vez
Colombia leería. Y tal vez se haría historia y nacería una industria.
El 29 de abril de 1988 nació la Feria. Y el 9 de mayo, cuando terminó
la primera edición, hubo algo claro: seguiría existiendo.
positivamente la creación de la Feria Internacional
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