A la cabeza de la actividad editorial, Alemania pudo dar a conocer
ese año publicaciones de ciudades como Múnich, Berlín, Stuttgart,
Colonia, Hamburgo y Frankfurt, esta última famosa por la realización
de la Feria del Libro más importante del mundo, que tiene
lugar tradicionalmente en el mes de octubre. También el director
de esta Feria, Peter Weidhaas, asistió e hizo
relevancia sobre un momento cumbre de
la Feria del Libro de Frankfurt: la entrega
del Premio de la Paz de los Libreros Alemanes,
galardón que recibieron figuras como
Yehudi Menuhin, Teddy Kollek, Wladislaw
Bartoszewski, Hans Jonas y Vaclav Havel, a
propósito del tema central de la Feria: «El
libro, la convivencia y la paz».
Ese tema central, clave en un momento histórico
en que el conflicto había escalado en
el país, llevó a plantear mesas redondas y a
la creación del Premio por la Paz, que decidió
entregarse a autores colombianos que a
través de su obra contribuyeran al entendimiento y a la convivencia
humana. Duró poco la apuesta, pero ese año fue relevante.
Uno de los grandes dramaturgos del siglo XX, Bertolt Brecht, tuvo
un espacio especial. Tomando como pretexto su centenario, la
Feria del Libro de Frankfurt, presentó una exposición especial,
titulada «No os dejéis seducir», con un total de 269 libros de 79 editoriales.
La muestra fue dividida en tres partes: Tambores de la noche,
en donde se presentó toda la base de ediciones actuales de la obra
de Brecht; El que dice sí / El que dice no a todo, una interpretación en
la que se reflejó todo lo que se ha escrito y se ha creado a partir de
su obra, y Conversaciones de refugiados, donde se ilustró su entorno.
Alemania trajo dentro de su repertorio títulos de varios de sus
autores traducidos al castellano, incluyendo literatura contemporánea;
libros infantiles, música, teatro, danza; ediciones premiadas
por su calidad, una exposición de los mejores ilustradores de libros
infantiles; y una instalación del artista colombo-alemán Guillermo
Wiedemann.
En otro ámbito, los invitados germanos fueron desde el escritor
Uwe Timm, quien dio una conferencia sobra narrativa contemporánea
de su país; el ilustrador Manfred Bofinger, que dictó un taller
sobre ilustración infantil y juvenil, y un encuentro de traductores
en el que participó Dagmar Ploetz, la traductora alemana de García
Márquez.
Finalmente, el nuevo Ministerio de Cultura, que remplazaba ese
año a Colcultura promovió un homenaje a cuatro grandes maes-
El presidente Ernesto Samper en su recorrido por la
exhibición de Alemania en la que se destaca un réplica
de la imprenta que usó Gutemberg para imprimir la
primera Biblia. Lo acompañan Richard Uribe, director
ejecutivo de la Cámara del Libro, a la izquierda y algunos
miembros de la comitiva del país visitante, a la derecha.
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