Durante la inauguración de la Feria, Gastón de Bedout,
expresidente de la Cámara del Libro, recibe una distinción
por su reconocida labor editorial. Lo apauden, entre
otros, Hernando Restrepo de Corferias, el vicepresidente
Gustavo Bell y el alcalde Bogotá Enrique Peñalosa.
El autor antioqueño Manuel Mejía Vallejo –a quien se
le rindió en esta edición un sentido homenaje– le firma
un ejemplar de alguno de sus libros a su paisano, el fotógrafo
(Fotografía tomada durante la feria de 1991)
Cámara
Colombiana
del Libro
Ese enfoque estuvo ligado al tema
central de la Feria, una reflexión
sobre «La pasión de leer: lecturas y
lectores», que se abordó desde mesas
redondas, conferencias, exposiciones
y debates, de la mano de Fundalectura.
Centrado en ello, el presidente de
la Cámara, Gonzalo Arboleda Palacio,
hizo un llamado desde su discurso
inicial al gobierno nacional para que
invirtiera más en libros de texto escolar
para los niños, ya que el promedio
de lectura indicaba que tan sólo llegaba
a las manos de los estudiantes un
libro por año. Es más, Arboleda hizo
una comparación: la inversión en este
rubro resulta escandalosa si se toma
en cuenta que en el año 1998 se vendieron en el país 124 millones
de botellas de ron y aguardiente, mientras que en ese mismo lapso
se vendieron apenas 9,8 millones de textos escolares.
Su profundo llamado para volcarse hacia la lectura coincidió con
la propuesta de continuar generando actividades para jóvenes y
universitarios, con el fin de animarlos a seguir participando de
lleno en sus propios pabellones. Entre algunas de las que se organizaron
este año, hubo exhibiciones de filatelia, periódicos murales
y prensa, actividades para la prevención del uso de droga, talleres
de cómics, de trabajo gráfico, prevención para el manejo de delitos
contra el menor, técnicas formativas y prácticas para el desarrollo
de medios de comunicación, talleres de cartografía, de narrativa de
cuentos, teatro y escritura. Los niños también tuvieron una amplia
propuesta en el Pabellón Infantil Rafael Pombo y, en total, se les
permitió acceso gratuito a 150.590 estudiantes
de básica primaria, básica secundaria y
media vocacional.
El homenaje del año se le rindió al maestro
Manuel Mejía Vallejo. El Ministerio de
Cultura lanzó una colección con su obra
completa. Paralelamente, a Álvaro Mutis se
lo galardonó con el premio La Cultura del
Mar, con sede en Italia, que le entregó el crítico
literario italiano Francesco Agresti. En
total, se realizaron 69 actos de lanzamiento
de libros de diferentes editoriales, en una
feria que convocó a cien empresarios provenientes
de Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Nicaragua,
Jairo Osorio, ante la mirada atenta de un pequeño.
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