
sentaba la producción artística, literaria y editorial de Inglaterra,
Gales, Irlanda del Norte y Escocia. El grupo de teatro cómico callejero
The Invisible Men, y los hologramas del artista Chris Levine,
con su retrato icónico de la reina Isabel, atrajeron miles
de visitantes. También se dictaron conferencias sobre
escritores de ese país, como Blake, Shakespeare, Dickens,
Bacon y Austen. El ilustrador Nick Sharrat, por
otra parte, presentó sus fotografías y dibujos inspirados
en platos de comida, que lo habían llevado a ganar el
premio al mejor libro de no ficción para niños.
Igualmente, dentro del pabellón británico se exhibió el
antiguo arte de empastar con materiales como el cuero
y las plumas, además de novedosas técnicas artesanales
de encuadernación que trajeron al país la inglesa Nancy
Winfield y la colombiana Alexandra Samper. Para
completar el repertorio cultural, la agrupación británica
City Waites creó un ambiente medieval y del Renacimiento
por intermedio de sus canciones de taberna,
baladas callejeras y música cortesana de los siglos XVI y
XVII, interpretados con gaitas, violas y flautas dulces.
Gran Bretaña, uno de los cinco mayores productores de
libros a escala mundial, le dedicó una franja especial a
Ulises, de James Joyce, uno de los textos más importantes
en el género de la novela, al igual que a las obras cinematográficas
del momento en su país, Under the Skin,
Ricardo III, Mrs. Brown y Brassed Off. El acto inaugural lo
presidió el primer mandatario de la república, Andrés
Pastrana; el director general de Corferias, Hernando
Restrepo Londoño, y el presidente de la Cámara Colombiana del
Libro, Gonzalo Arboleda Palacio, junto con Jeremy Thorp, embajador
británico. También se realizó un concierto de la Orquesta Sinfónica
de Colombia con el director invitado, Mike Fage.
Siguiendo, además, con el tema central de la edición anterior, se
organizó la primera entrega del Premio Internacional por la Convivencia
y la Paz, que exaltó la labor de los escritores que a través de
su obra apoyaran la convivencia pacífica, en un momento crucial
para el país en el que parecía estar cerca la firma de la paz del gobierno
con las Farc. También se otorgó en siete categorías el Premio
Nacional a la Calidad Literaria y Editorial para estimular a creadores
y productores de libros.
No obstante, el tema central de la Filbo fue «Libro y ciudad». La
propuesta permitió analizar –gracias a dieciséis mesas redondas y
dos seminarios especializados– cómo la literatura, la antropología,
la historia, la arquitectura, la plástica, el urbanismo y la psicología
abordaban las ciudades a finales de siglo.
A la Feria Internacional del Libro de Bogotá llegan los
diferentes países participantes unidos con sus banderas
con el invitado de honor, en esta embarcación que bien
simboliza la tradición naval británica y que ilustra este
folleto promocional.
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